Los Diputados españoles ven como un arma de doble filo que la publicidad alimentaria utilice ganchos comerciales como juguetes, accesorios o calcomanías para fomentar el consumo de productos con alto contenido en azúcares.
El objetivo del Congreso es poder luchar contra la obesidad infantil. De hecho, han solicitado al Ejecutivo que se limite la publicidad televisiva en horario infantil referida a bebidas y alimentos altos en ácidos grasos saturados, grasos trans, sal y azúcares. Además, que se acredite por ley la calidad de los menús escolares.
El resultado de la posición y presión del Congreso se tradujo en que por 22 votos a favor, catorce en contra y una abstención, la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados aprobara la proposición de ley sobre el etiquetado y comercialización de productos con un alto componente de azúcares añadidos.
De esta forma, los fabricantes, productores y distribuidores e importadores de alimentos tendrán que informar de los ingredientes de una manera legible y visual. En estricto rigor, tendrían que incluir todos los aditivos expresados en orden decreciente de proporciones, así como su información nutricional, expresada en composición porcentual o unidad de peso.
En Chile, a partir del 27 de junio de 2016, los alimentos envasados contienen el rótulo que advierte a los usuarios sobre los altos niveles de azúcares, calorías, sodio y grasas saturadas. De esta forma, se busca mejorar la información disponible sobre los alimentos, proteger a los niños y adolescentes de la publicidad de alimentos relacionados con la obesidad y otras enfermedades no transmisibles, y mejorar la oferta y disponibilidad de alimentos en los establecimientos educacionales.