¿Cuáles son los desafíos futuros de la industria publicitaria?
Habiendo cambios permanentes y cada vez más rápidos, también es permanente para la publicidad el desafío de evolucionar y mantenerse al día utilizando de la mejor manera las nuevas herramientas disponibles. Si hace pocos años no imaginábamos siquiera ciertos adelantos que llegarían desde la tecnología, hablar con propiedad de los desafíos futuros de la publicidad puede ser muy especulativo.
Hay que seguir adaptándose a nuevas tecnologías y nuevos cambios sociales, seguir buscando nuevas formas de usar efectivamente las comunicaciones comerciales, y prevenir que los formatos intrusivos y los excesos generen un eventual rechazo o bloqueo a la publicidad por parte de un público ya saturado.
El desafío de “hacer bien las cosas” es permanente. Velar por el cumplimiento de las normas, principios y buenas prácticas vigentes mediante la autorregulación es también un desafío, pero lo es más el educar a los actores de la industria para prevenir que tales normas y principios sean vulnerados, y que se impongan imponga restricciones injustificadas a la libre expresión comercial.
Hay algunas otras tareas (podemos considerarlas desafíos) que a mi juicio están pendientes y yo propondría que al menos sean evaluadas por quienes corresponda su posible materialización.
Una es la educación de los niños para que sean capaces de identificar, interpretar y evaluar críticamente el contenido de la publicidad. El trabajo de MediaSmart en el Reino Unido es un ejemplo válido. La manera como recibimos, evaluamos y respondemos (o no) a la publicidad es un aprendizaje cultural y es una responsabilidad de la industria enseñar a “ver” publicidad.
Otra tarea es que, utilizando nuestra experiencia en comunicaciones, hagamos como industria una mayor contribución a causas que beneficien colectivamente a la sociedad. Tampoco aquí hay que inventar la rueda, el AdCouncil es un buen ejemplo de cómo hacerlo.
Desde la perspectiva gremial, hace falta conseguir una mayor valoración de la publicidad como profesión y el reconocimiento al importante apoyo de esta actividad a la economía, a la calidad de vida de las personas y a la cultura.
Y por último, es y seguirá siendo una tarea permanente el mantener y fortalecer la credibilidad en la publicidad.